A pesar de las tentaciones, no renunciaremos al sonido.
Nos aplicaremos fielmente al culto de la sílaba y al fetichismo del pie.
Tantas veces se convierte esto en impertinente ruido de fondo.
Elena García de Paredes
A pesar de las tentaciones, no renunciaremos al sonido.
Nos aplicaremos fielmente al culto de la sílaba y al fetichismo del pie.
Tantas veces se convierte esto en impertinente ruido de fondo.