Cuando tus coetáneos insisten en alabar las bondades de la vida adulta y familiar, tú te acuerdas de los consejos de tu abuelo. Que son exactamente lo mismo, pero con bastante menos palabrería.
Elena García de Paredes
Cuando tus coetáneos insisten en alabar las bondades de la vida adulta y familiar, tú te acuerdas de los consejos de tu abuelo. Que son exactamente lo mismo, pero con bastante menos palabrería.